LOS GUÍAS EN EL RÍO.
Los deportes de aventura consisten, en gran medida, en
divertirse y pasarlo bien, afrontando retos físicos, mentales y lo mejor, en un entorno natural.
En nuestra trayectoria como guías tenemos una progresión, practicamos, experimentamos, aprendemos de los errores y siempre con esa duda de
aventura o desventura.
Guiar, no es nuevo, es una tradición bien antigua y además
honorable que hoy en día se ha convertido en una profesión y en un negocio
sofisticado.
Países como Suiza, Francia, Inglaterra,… tienen un
sistema de formación muy desarrollado. En este estado, todavía estamos en
camino. En la montaña ya está reglado, en las aguas bravas va en camino.
Aun así las técnicas siguen evolucionando y siempre es una continua formación.
Tenemos que lograr
ser buenos comunicadores y hacer del aprendizaje una buena tarea e incluso en
los peores condiciones.
Nos toca defender nuestra profesión vieja y honorable,
mantener esa tradición del Guiar a otros.
En ocasiones sufrimos el intrusismo de
personas que se ofrecen como guías, que no son profesionales y cuya capacidad no está garantizada. En este caso sería labor del cliente
contratar con conciencia
e informarse de los seguros, de
la formación y capacitación de los guías, de sus condiciones laborales,…
Nosotros como guías poco podemos hacer para luchar contra esto, pero pienso que sería
bueno fomentar una actitud más activa para no aceptar estos casos de intrusismo.
Todos conocemos el caso del guía benévolo que sin coberturas o titulaciones
correspondientes da un curso o guía para
sacarse unos duros o la persona que teniendo un trabajo fijo no relacionado con
nuestra profesión realiza actividades de
manera fraudulenta.
Son actitudes que no
deberíamos de aceptar si queremos tener una profesión digna, unas condiciones que se equipare a la responsabilidad que tenemos y lo que conlleva ser un profesional.
He llegado a
ver casos de que teniendo otros trabajos
e incompatibilidad de trabajo hacen que
nuestra profesión se devalúe.
Necesitamos el apoyo de las personas que nos contratan
y confían en nosotros, a esa familia de guías que queremos continuar con
nuestra profesión.
ES UNA REFLEXIÓN DE AÑOS EN EL MUNDO DEL GUIAJE.
BUENA LINEA!!!
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