domingo, 14 de abril de 2019

GUIA DE AGUAS BRAVAS, UNA PROFESIÓN HONORABLE


LOS GUÍAS EN EL RÍO.

Los deportes de aventura consisten, en gran medida, en divertirse y pasarlo bien, afrontando retos físicos, mentales y lo mejor,  en un entorno natural.


En nuestra trayectoria como guías tenemos  una progresión, practicamos,  experimentamos, aprendemos  de los errores y siempre con esa duda de aventura o desventura.
Guiar, no es nuevo, es una tradición bien antigua y además honorable que hoy en día se ha convertido en una profesión y en un negocio sofisticado.
Países como Suiza, Francia, Inglaterra,… tienen un sistema de formación muy desarrollado. En este estado, todavía estamos en camino. En la montaña ya está reglado, en las aguas bravas va en camino. 
Aun así las técnicas siguen  evolucionando  y siempre es una continua formación.
 Tenemos que lograr ser buenos comunicadores y hacer del aprendizaje una buena tarea e incluso en los peores condiciones.
Nos toca defender nuestra profesión vieja y honorable, mantener esa tradición del Guiar a otros.


En ocasiones sufrimos el intrusismo  de   personas  que se  ofrecen como guías, que  no son profesionales y  cuya capacidad no está garantizada.  En este caso sería labor del cliente contratar   con conciencia  e informarse  de los seguros, de la formación y capacitación de los guías, de sus condiciones laborales,…

Nosotros como guías poco podemos hacer  para luchar contra esto, pero pienso que sería bueno fomentar una actitud más activa para no aceptar estos casos de intrusismo. Todos conocemos el caso del guía benévolo  que sin coberturas o titulaciones correspondientes da un curso o guía  para sacarse unos duros o la persona que teniendo un trabajo fijo no relacionado con nuestra profesión  realiza actividades de manera fraudulenta.  
Son actitudes que no deberíamos de aceptar si queremos tener una profesión digna, unas condiciones que se equipare a la responsabilidad que tenemos y lo que conlleva  ser un profesional. 

He  llegado a ver casos de que  teniendo otros trabajos e incompatibilidad de trabajo  hacen que nuestra profesión se devalúe.


Necesitamos el apoyo de las personas que nos contratan y confían en nosotros, a esa familia de guías que queremos continuar con nuestra profesión.
 ES UNA REFLEXIÓN DE AÑOS EN EL MUNDO DEL GUIAJE.

BUENA LINEA!!!