1.- Cuénta
El viaje fué por la Patagonia chilena y argentina. Fuimos un grupo de 13 personas, que nos dirigimos de Buenos Aires a Bariloche, y como primer destino al río Futaleufú. Estuvimos unos días juntos, descendiendo varios tramos del río en kayak, rafting y cataraft. Arkaitz Erkiaga , Joseba e Iker, salieron el 4º día hacia el río Santa Cruz, en la Patagonia argentina, mientras nosotros seguimos descendiendo y disfrutando en el Futaleufú. Estuvimos 12 días por allá, en el Camping Cara del Indio, a orillas del río. Hemos pescado truchas enormes, que después hacíamos disfrutábamos al horno, travesías a caballo por rincones espectaculares, recorridos a pie por ventisqueros colgantes, y sobre todo lo bien que nos han tratado la Patagonia y los patagones. Buen tiempo y un buen río.
2.- ¿Que tal “El Futa”?
Como se dice, “The Futamadre”. Es un río que reúne todo las características buenas: Volumen, rápidos continuos y largos, técnicos y otros de poca maniobra. Con posibilidad de buenos accesos, de progresar de menos a más, con tramos de 3 - 4 horas al día. Un paisaje increíble y un agua de azul turquesa donde se reflejan las montañas del entorno. Nivel de dificultad para todos y para todo tipo de embarcación: Kayak, rafting o incluso cataraft. El grupo se ha adecuado perfectamente.
3.- ¿Como iba
Este año ha sido bastante seco, lo que quiere decir que el río iba algo bajo, pero si la costumbre es navegar en el Pirineo, quiere decir que es alto y más que suficiente para nosotros. A veces con menos agua hay rápidos donde emergen mas piedras y se pone mas técnico el descenso. La temperatura era ideal, el agua no tan estaba fría como otras veces, y nos ha tocado un anticiclón que ha durado más de un mes, una gozada. Para comenzar
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Tienes tramos para todo, incluso para iniciarte, ya que tienes afluentes para hacerlo. Pero los rápidos del Futa merecen la pena. Lo que hicimos es comenzar por lo sencillo, adecuarnos al volumen, aprender a navegar viendo las características del río, y acabamos realizando el cañón. Para ello contábamos también con un raft y un cataraft de apoyo, para el caso de que alguien quisiera ver primero los rápidos desde el raft, y otro día navegarlo, alguien estuviera cansado, y para que las personas que no eran kayakistas pudieran hacer el descenso, pero hasta ellos probaron el kayak. Eso sí, los días de más nivel o tramos mas fuerte iban los mas experimentados.
5.- ¿Como se han organizado los descensos?
La metodología era para los primeros días, José Mari Miró marcaba y yo me encargaba de mostrar la línea a los menos experimentados. Alguno del grupo que andaba fuerte se colocaba atrás de escoba por la seguridad. Siempre bajamos en grupo, y más o menos con una jerarquía, poniendo a los menos experimentados en el medio. Según avanzaban los días, y el río se nos hacia mas familiar, las cosas cambiaban un poco, pero en cuanto venía paso nuevo o fuerte volvíamos a la metodología primera. Al cataraft y al raft había que asegurarles, y por ello iban siempre al final. La seguridad la hacíamos desde el agua, ya que es un río tan ancho que no se puede hacer de otra manera. Después, en los lugares para jugar, siempre se estaba atento por si alguien necesita ayuda. El apoyo logístico ha sido perfecto, con Luis y su familia, los dueños del camping, con los nos hemos coordinado a la perfección. Un placer.
6.- ¿Que tal lo
Muy bien, demasiado. Rebueno como dicen allá. Pero no solo por el río, también por la gente, el entorno, buenas risas, buena pesca y buen comer. Sobre todo porque después de descender por los potentes rápidos te quedas como realizado, y si lo compartes con una buena climatología, buena diversión y un lugar alucinante para descansar en plena Patagonia, es el paraíso.
7.- ¿Y después?
Hay para todos. Unos al norte de la Patagonia para seguir kayakeando en la región de Los Lagos, y otros para el sur, exactamente a la zona del Fitz Roy y el Cerro Torre, una travesía por el hielo y un intento fallido a una de las agujas que rodean al Fitz.
8.- ¿Que os ha parecido “El Chalten”?
Pueblo que en unos años ha crecido mucho, es el paraíso de lo trekkinistas, y cómo no, de los escaladores de elite, como los Pou, Huber, etc. De hecho, intentamos algo que sirvió para estudiar un poco la zona y experimentarnos para nuestro regreso el próximo año. Después Anabel y sus chocolateras nos trataron como príncipes en su reino. Tuvimos concierto del grupo “Siete Venas”, partido de fútbol contra los argentinos, fiesta de despedida, vamos que no paramos. Conocimos el movimiento de turismo de aventura que en poco tiempo se ha generado en la zona, y todo lo que lleva a su alrededor. Pero sobre todo las magníficas vistas con los cerros más emblemáticos de la Patagonia.
Íbamos con una idea, pero una vez allá consigues información variada, y con diferentes opiniones que cada guía del lugar te da. Después de saber la meteo para los siguientes días, conseguir el material, las provisiones y organizarnos logísticamente, nos aventuramos en ese periplo corto pero generoso. Potxa, Jorge, Mikel, Gorka y yo nos adentramos por el collado Marconi, donde alcanzamos la planicie del hielo continental. Nos quedamos alucinados de la inmensidad y de que allí siempre estás a expensas de las condiciones, de lo que la naturaleza quiera, siempre contando con la experiencia. Pasamos 3 noches en la travesía, ya que las condiciones de la meteo eran malas, así que decidimos hacerlo rápido y aprovech
10.- ¿Habrá salida
Si. Este viaje era de prospección, y hemos atado cabos sueltos y preparado un programa para el año que viene, bastante similar, aunque con algún cambio y sobre todo dirigido para todo tipo de kayakistas y también para aquellos que quieran descender en rafting. Una travesía a caballo, pesca en el Futa, e incluso kayak en el Futa para principiantes.
Ha sido un buen grupo, divertido.
Nos vemos en Patagonia.