Javier es un compañero del viaje a Plateau de koucer en el Atlas de Marruecos. Quien se ha animado con este articulo, bonito de leer y espero que se anime con el articulo del descenso en raft del Ahanesal.
Es de agradecer tanto la compañia de él y el resto del grupo, quienes han demostrado un gran interes por la gente y sus costumbres.
Gracias Javier y al resto de grupo por hacer de este trabajo lo mejor del mundo.
Javier y nuestros amigos los muleros. |
A MIL POR MARRUECOS
Todo estaba
predestinado para ir a más de mil. Empezamos mal, llegábamos tarde al
aeropuerto corriendo por la carretera, yo quería un viaje para evadirme de
estrés, de esas prisas que tenemos. En nuestro trasbordo en Casa Blanca el
avión tiene un problema y llegamos tarde a Marrakech. No hay tiempo hay que
dormir en la furgoneta, tengo que hacer la mochila para el treking son la 02:00
hemos quedado a las 07:00. Pienso que
todo va a mil y no me gusta.
Conocemos a
nuestros compañeros de viaje y salimos con destino a un pueblo llamado Zaouia
Ahanesal. Vamos todos en un gran vehículo con remolque, kayak embarcaciones,
equipos, maletas. Esto supera más de mil kilos de carga. Nuestro comienzo es
tranquilo parece que nuestra velocidad va adecuarse al país. Tenemos que subir
un puerto de carretera por encima de los mil y de los dos mil. Que bonitas son
las montañas con nieve. Vamos llegando a nuestro pueblo parece que
retrocediéramos mas de mil años. Pueblos camuflados con el mismo color de la
tierra y de su orografía, hasta que no los tienes cerca no los ves, salvo por
una especie de castillos o fortalezas hechos de tierra y madera, llamados Kasbas que destacan por su altura en el
conjunto del pueblo. Se pierde el asfalto, los coches ya no pueden circular,
ahora sí que me adentro más en el pasado.
las tres Marias y Taghia al fondo |
Comenzamos andar
después de comer y vamos descubriendo colores marrones ocres y rojizos en las
montañas que nos rodean nos vamos adentrándonos en unos cañones con cada vez
más altos y más estrechos tenemos
siempre un rio a nuestros pies a veces más profundo otras hay que
cruzarlo otras cambiamos de rio.
Nuestra llegada
al lugar de pernocta es de película, estamos en el lecho del rio las paredes de
nuestro alrededor se nos estrechan y suben en altura se hace de noche, nos sale la luna, y estamos
rodeados de murallas rocosas es fabuloso no paro de echar fotos. Estamos en el
circo de Taghia un lugar fantástico de noche con esta luna y seguro que mejor
cuando sea de día.
Nos alojamos en
una guite de etape y nuestro guía nos enseña el teléfono satélite por si
hubiera una emergencia (para que sepamos todos usarlo) me imagino que la
ambulancia vendrá en burra nos da los teléfonos de algunos de sus contactos que
también hablan español y por suerte todos se llaman Mohamed, fácil de recordar
y está bien ser precavido todos somos responsables de la seguridad del grupo
nos hace entender, esto me gusta.
A la mañana
siguiente mi destino con el nº mil no ha terminado resulta que el alojamiento
esta a 2000 mts desayunamos al aire libre con una visión inmejorable me afano a
mirar a las paredes con mis prismáticos intentando buscar algún escalador, me
quedaría aquí unos días descubriendo sus cañones y porque no alguna vía de
escalada. Hay vías de escalada de más de 800mts.
Iniciamos
nuestra ruta y Txus (este es el nombre de nuestro fabuloso
guía) me deja ir un poco separado del
grupo siempre controlándome, ya se sabe a la cabra soga larga.
Vamos
descubriendo la belleza del paisaje que nos rodea tenemos la suerte de poder
descubrir la belleza de las líneas que dibujan las paredes ya que quedan
todavía nieve en sus cumbres y se pueden descubrir bonitos corredores, repisas.
Este contraste entre rojos, grises, verdes de pequeños terrenos sembrados y
blancos de la nieve. Es como si la montaña y el paisaje se hubiera vestido de domingo para nosotros.
No solo el
paisaje nos sorprende vamos a vivir la experiencia de compartir con familias
bereberes en contacto directo su hospitalidad alojándonos en sus casas
compartiendo su vida cotidiana preparándonos el pan y el tajin, jugando con sus
hijos y definitiva siendo huéspedes y no clientes. (Mucho más bonito que estas
guite de etape)
La filosofía de
nuestro guía es compartir y ver cómo viven estas familias enriqueciéndonos con
su forma de vida y hacernos reflexionar de nuestra vida. Manteniendo un turismo
mucho más sostenible y ayudado algo a su economía.
En el trayecto
descubrimos lagos, collados, pueblos, ríos, una cascada de unos 15 metros (hay
que bañarse), cañones impresionantes, sendas y caminos con pasos construidos
con piedras y palos, gentes recogiendo leña, pastoreando, trasladándose a otros
pueblos, mujeres lavando en los ríos y arroyos, familias enteras moviéndose
como nómadas con sus ganados y burros cargados.
Hay algo más que
nos sorprendió aparte de todo lo anterior y que si ya no paras de echar fotos
al paisaje y a todo lo que se mueve nos volvió a encontrarnos con el numero
mil.
Podría ser la
forma de vida de sus gentes (que también te traslada a muchos años atrás) pero
fue al principio algo inmóvil y solitario, primero fue un enebro con algún
ejemplar más cerca suyo de medidas colosales y de una antigüedad seguro de más
de mil años, una baya de estas te la echan en la ginebra y te cobran 30€.
Después
descubrimos algunos ejemplares de sabina (Juniperus Thurifera) “hay que medir
el diámetro, esto es increíble es
descomunal” unos aromas que se descubrían debajo de estos ÁRBOLES y no
arbustos.
Pero llego lo
más, entramos en un bosque como las dehesas de Extremadura pero de sabinas le
hacías una foto a la más espectacular por su belleza, sus formas, por su
antigüedad, por haber sobrevivido en este lugar tan agreste y difícil. Pero
cuando seguías andando te encontrabas otra más grande, más espectacular, foto
con esta y con esta y también con esta.
He recorrido
excursiones y he hecho kilómetros a otros lugares para ver un árbol muy grande
o muy antiguo. En unos de los clubs de montaña de mi zona se hizo un año
excursiones y salidas con el título de “árboles singulares”. Solo por ver este
bosque tan singular de miles de años de antigüedad merece la pena venir y poner
en valor este entorno para que también se pueda conseguir una protección
urgente de estos árboles.
Si crees que un
viaje a Marruecos es una aventura a un ritmo más despacio lleva cuidado pues
puedes ir a MIL POR MIL y nos os cuento lo de rafting (la segunda parte del
viaje) esto es DOS MIL POR DOS MIL una caña.
Javier (un flipao)